martes, 28 de abril de 2015

Seguimos esperando...

Estoy escribiendo esta entrada desde el portatil coreano de mi marido, por lo que pido perdon por la falta de tildes.

De momento Emma se niega a venir a este mundo... Llevamos un retraso de unos dias y y ya no sabemos que hacer para ver si me pongo de parto. Caminar, comer chocolate, subir y bajar escaleras, pero nada... Al menos por mi parte estoy mucho mas relajada que hace unas semanas, cuando aun trabajaba. Pensaba trabajar hasta el momento del parto, pero desde hacia unas semanas acababa la jornada laboral bastante mal, agotada y con dolores de espalda, asi que 'colgue las botas' al poco de cumplir la semana 39. Uf!

Ahora todos esperamos a Emma con muchas ansias. Me atreveria a decir que la mas tranquila soy yo. Mi madre tiene un bolso preparado desde hace dias por si me pongo de parto... mi suegra me pregunta todos los dias como va la cosa, pero claro, la pobre en Corea esta ajena de todo, y GukNam... ay el papi! Esta que se sube por las paredes! No para de hacerle bromas a mi madre haciendole creer que me pongo de parto, pero en realidad lo esta llevando fatal de los nervios y lleva 10 dias con dolor de estomago y cabeza permanentes. Ni que fuera a parir el!

En fin... Espero que mi proxima entrada sea para por fin dar la bienvenida a la peque Han.


domingo, 1 de febrero de 2015

Retomando esto: la familia va a crecer

Ya hace unos cuantos meses de mi última entrada. En aquellos días esperaba las vacaciones como agua de mayo. 2014 ha sido un año realmente ocupado a nivel laboral, como cada año de enero a julio, esperaba que llegasen las vacaciones para retomar el blog. Y llegó, julio... el punto y aparte, donde la mitad de mi mundo se paró para dejar paso a otra nueva mitad.

Fue julio el mes en el que GukNam y yo decidimos adelantar una partida a la lotería, y nos tocó. Cuando uno se pone a jugar, nunca espera que le toque a la primera, probabilidades hay, por supuesto, pero nunca confías en que vaya a ser así. Pero lo fue. En julio nos quedamos embarazados y lo confirmamos a las pocas semanas. ¡Íbamos a ser papás!

Desde entonces ha sido todo una montaña rusa de sentimientos, emociones y falta de tiempo. Cuando no estaba agotadísima por culpa de las malditas hormonas tenía que hacer lo que no había hecho en su momento porque no podía dejar de dormitar. Trabajar y adaptarme a mi nuevo cuerpo y sin el respaldo físico de GukNam, que se fue a trabajar a Corea durante casi 3 meses, realmente me agotó mentalmente.

Pero a finales de noviembre todo volvió a la normalidad. GukNam regresó, supimos que estamos esperando una nena y desde entonces vivimos este largo proceso de manera conjunta, como debe ser, e intentando disfrutar de cada momento. Y lo de intentando lo digo literalmente, porque el embarazo, lo que es el embarazo en sí, lo físico y apartando lo emocional, se está convirtiendo en una pesadilla... Seguramente haya quien lo lleve peor, pero yo me quejo por la parte que me toca xD.

De momento aún tendremos que esperar hasta finales de abril, pero parece que ya se ve un poco la luz al final del camino, y la verdad, me encantaría poder escribir en el blog, no sobre mis experiencias como madre primeriza, sino como madre de una niña que nacerá en el seno de una familia multicultural, mestiza, medio coreana y medio española, y con el reto de criarla en la mezcla de las dos culturas a partes iguales, teniendo Corea tan lejos va a ser todo un reto. Pero de momento, toca esperar...




domingo, 22 de junio de 2014

La importancia de la apariencia: Let Me In

Una de las ventajas de tener una familia multicultural es el poder empaparte de lo mejor de cada una de las culturas, por lo que hablamos muchísimo de lo mejor y peor de cada una. Uno de los temas recurrentes en nuestras conversaciones es la apariencia.
Que la apariencia es algo importante en muchos aspectos de nuestra vida es algo indiscutible, lo podremos tachar de más o menos hipócrita, pero no lo podemos negar. Juzgar a la gente por su apariencia ya es algo diferente y de palabras mayores.
En Corea, la apariencia es lo que prima siempre en su manera de vivir. No sólo la apariencia física, sino todo en su vida es un constante “quiero y no puedo” o un “puedo mucho más que tú”, lo que implica una constante presión social desde que son niños. A saber; hay que estudiar muchísimo para entrar en la mejor universidad para poder encontrar un buen trabajo, ganar un buen sueldo y así poder casarte con la chica más guapa, que seguramente lo sea porque se haya hecho la cirugía de arriba a abajo, tener el mejor coche, vivir en el mejor barrio, o ser la mejor de tu promoción en una de las mejores universidades de Corea y no conseguir un trabajo a tu altura porque no cumples con sus cánones de belleza, etc. Sé que es un poco generalizar, pero realmente la vida de los coreanos no difiere mucho esto.
Hace poco varios amigos muy cercanos de GukNam han sido papás. Sus mujeres, como viene siendo costumbre desde hace unos años, han pasado un par de semanas en lo que allí llaman “centros de recuperación post parto”, que son como unas residencia-hospital en el que las mujeres pasan allí unas 2 o 3 semanas por el módico precio de unos 2.000€. Creo que aquí en España a nadie se le ocurriría porque, y no creo que esto lo piense sólo yo, donde mejor nos sentimos es en casa. Vamos, que no se me ocurre gastarme 2.000€ para estar encerrada entre cuatro paredes cuando podría estar haciendo lo mismo tranquilamente en mi casa, y sobretodo, después de dar a luz, que es cuando seguramente más se necesite esa comodidad y calidez que nos da nuestro hogar. Pues en Corea se hace esto por apariencia. No porque la mujer lo necesite, no. Se hace porque cuesta mucho dinero y es una señal de que puedes gastarlo. ¿Y cómo lo se? Porque los amigos de GukNam se han quejado todos de lo mismo. A ninguno les parecía buena idea, incluso a sus mujeres, pero el no ir a este sitio suponía una presión social y un estatus que mantener y, por lo tanto, tenían que hacerlo.
En ese aspecto, GukNam es muy consciente de lo que ha ganado en tolerancia desde que vive aquí. De hecho, él siempre ha sido un poco rebelde, aunque le da cierta importancia a la apariencia (le gusta arreglarse) está totalmente en contra de la cirugía estética gratuita (no por gratis, sino por común debido a la presión social), algo demasiado arraigado culturalmente en su país.
Sobre la gran presión social que impone una buena apariencia y que exige en muchos casos el paso por el bisturí, tenemos nuestras propias opiniones respecto a un programa que lleva emitiéndose desde 2011 y que toca todos estos temas: Let Me In (Let 美人).
Let Me In es un programa de televisión que se emite en el canal de pago “Story On”, propiedad del gran conglomerado CJ Entertainment. El título es un juego de palabras entre el inglés y la lectura coreana de los carácteres chinos (me /mi/) belleza, y (in) persona. El programa trata básicamente de hacer un cambio radical mediante cirugía estética a los candidatos que han pasado previamente un proceso de selección y que son elegidos por los cirujanos de las diferentes clínicas que participan en el programa. Estas clínicas realizan las operaciones de forma gratuita a cambio de publicidad directa.
No se si habréis estado alguna vez en Corea pero allí la publicidad sobre cirugía estética está totalmente prohibida en la televisión, en cambio se permite la emisión de este tipo de programas, y lugares como el metro, o cualquier sitio que permita un cartel, están infestados de publicidad de este tipo.
Let Me In ha generado mucha controversia desde que empezó a emitirse. Los que lo critican afirman que degrada la dignidad de la sociedad coreana hasta el narcisismo y la vanidad y que anima a la gente a pasar por procedimientos innecesarios y peligrosos. En cambio, los que están a favor lo ven como una forma de caridad para ayudar a las personas a superar las barreras estéticas ajenas a su voluntad para lograr una mejor calidad de vida.

La barrera estética supone una carga social muy fuerte que puede llegar a impedir a una persona tener una vida completamente normal por lo que entiendo que muchas personas vean la cirugía no como un capricho por verse más guapos, sino como una necesidad para poder tener una vida normal, y esto ¿es culpa de este tipo de programas? ¿crea Let Me In esta necesidad? La respuesta en NO. Es un problema muy arraigado en la sociedad coreana, y los que están en contra de este programa lo están porque no les gusta este aspecto de la sociedad, pero el problema no se soluciona con dejar de emitir el programa, se soluciona cambiando la actitud, y eso es más complicado, sobretodo en un país donde lo que los otros piensen de ti siempre importa más que lo que tú pienses de ti mismo.

Os dejo un enlace al programa de Let Me In de esta misma semana, no lleva subtitulos, pero creo que no se necesitan, y espero vuestras opiniones al respecto, que siempre son bienvenidas :).

martes, 25 de marzo de 2014

Gastronomía multicultural

O como comer de todo en casa, felizmente, y sin morir en el intento.
Uno de los principales problemas que nos encontramos cuando formamos parte de una familia multicultural es el de la alimentación. Seguramente muchos piensen que esto además de ser un problema es una ventaja, y les doy toda la razón, pero siempre es primero un problema.
¿Cuántos han vivido en el extranjero y han echado de menos la comida de su tierra? Supongo siempre que la añoranza será mayor o menor en la medida que la comida local se parezca a la nuestra, y en lo fácil que nos resulte encontrar los ingredientes con los que nosotros podríamos cocinar nuestra propia comida.
En nuestro caso, es muchísimo más fácil para GukNam vivir en España que para mi vivir en Corea, y eso que a mí me encanta la comida coreana y a GukNam menos la española de lo que a mi me gusta la coreana. ¿Por qué? Pues estas son nuestras razones.
En Corea es muy barato comer fuera de casa y hay restaurantes de todo tipo de comidas. Sobre todo si los restaurantes son coreanos son mucho más baratos que si salimos a comer comida occidental. Por el contrario, alimentos como la carne, las verduras y la fruta son relativamente caros. Son relativamente caros porque dependiendo de donde se compren pueden ser sólo un poco a muy caros. La verdura, incluso comprando en los lugares más baratos, es un poco más cara que en España. Pero la carne y la fruta son asquerosamente caros. En España pasa totalmente lo contrario, comer fuera de casa es un sable para la economía familiar y, al menos donde vivo, comprar carne, frutas y verduras es relativamente barato, y más comparándolo con lo que cuesta en Corea.
Con esto no quiero decir que a los coreanos les resulta caro cocinar en casa, no, porque para ellos y su nivel de vida es barato. Lo caro es querer comer en casa en Corea como un español (y en restaurante español ya ni te digo). Pongamos un ejemplo… comer macedonia de frutas en Corea.
Vivo en Valencia y tengo la suerte de que me den naranjas, y aún si las tuviese que comprar, aquí son baratas. Lo digo porque un postre que me encanta sobre todo en esta época que hay fresas (o fresones), es una macedonia de fresas, plátano y zumo de naranja. El otro día compré 2kg de fresones por 3€, los plátanos a 1,50€/kg y las naranjas sin coste. En Corea hice el mismo postre sólo un par de días porque una bandeja de fresas de 250gr costaba 8000 won (5,33€), los plátanos venían a costar lo mismo que en España, y las naranjas 8000 won/kg. Y eso que no eran naranjas de Valencia ;). La diferencia de precios es abismal… ¡como para intentar comer las 5 piezas de fruta diarias!
Ahora pongamos el ejemplo al revés; comer samgyeopsal en España.
El samgyeopsal es una comida en la que el principal ingrediente es la panceta de cerdo a la parrilla y se come envolviendo en una hoja de lechuga un poco de arroz, unos trocitos de panceta mojados en aceite de sésamo, ssamjang y otras verduras a la parrilla como kimchi, champiñones, ajo, etc.
En Corea compramos panceta de cerdo para comer samgyeopsal en casa (éramos estudiantes y no nos podíamos permitir comer en restaurantes a menudo). Tengo grabado a fuego en mi mente el momento “ver precio” del paquetito de 300gr de panceta en el e-mart cerca de casa. Decir a su favor que estaba recién cortada en la sección de carnicería y no era de las que vienen de fábrica en bandeja, al vacío o congelada. 15000 won, o sea 10€ por 300gr de panceta (era 2 veces más de la ración que te sirven en restaurante por el mismo precio, pero aún es una pasada!). En cambio, en España comemos samgyeopsal muy a menudo, el precio de la panceta es de 7€/kg. Panceta de cerdo fresca y recién cortada en la carnicería de barrio.
Con la salvedad de que en Corea podemos encontrar muchísimas más clases de hojas verdes para envolver el samgyeopsal, en España sigue siendo muchísimo más barato comer este plato coreano.
Y así, en general, es muchísimo más económico comer cualquier comida en casa, ya sea coreana o española, en España que en Corea. Yo lo pasaba muy mal en Corea. Sin malentendidos. ¡Me encanta la comida coreana! Pero cada cierto tiempo mi cuerpo me pedía desintoxicarme y no había manera de hacerlo decentemente. En cambio aquí, GukNam aún no deja de sorprenderse de lo fácil que es poder cocinar sus platos favoritos sin problemas cada vez que le apetece. Tanto que llevamos prácticamente una dieta de 50-50, 50 mediterránea 50 coreana. De las dos comidas grandes del día normalmente suelen ser una coreana y una española. Ésto en Corea era impensable para nosotros, a no ser que estés montado en el $, y como no tenemos esa suerte pues…

La única y pequeña pega que le pongo es que algunos ingredientes (por suerte son muy pocos) son difíciles de encontrar, por lo que hay que buscar sustitutos, y sobre todo aprender a cocinar, ¡pero estamos en ello! Y ya hemos perfeccionado un par de recetas que me encantará compartir por aquí :).