O como comer de todo en casa, felizmente, y
sin morir en el intento.
Uno de los principales problemas que nos
encontramos cuando formamos parte de una familia multicultural es el de la
alimentación. Seguramente muchos piensen que esto además de ser un problema es
una ventaja, y les doy toda la razón, pero siempre es primero un problema.
¿Cuántos han vivido en el extranjero y han
echado de menos la comida de su tierra? Supongo siempre que la añoranza será
mayor o menor en la medida que la comida local se parezca a la nuestra, y en lo
fácil que nos resulte encontrar los ingredientes con los que nosotros podríamos
cocinar nuestra propia comida.
En nuestro caso, es muchísimo más fácil para
GukNam vivir en España que para mi vivir en Corea, y eso que a mí me encanta la
comida coreana y a GukNam menos la española de lo que a mi me gusta la coreana.
¿Por qué? Pues estas son nuestras razones.
En Corea es muy barato comer fuera de casa y
hay restaurantes de todo tipo de comidas. Sobre todo si los restaurantes son
coreanos son mucho más baratos que si salimos a comer comida occidental. Por el
contrario, alimentos como la carne, las verduras y la fruta son relativamente
caros. Son relativamente caros porque dependiendo de donde se compren pueden
ser sólo un poco a muy caros. La verdura, incluso comprando en los lugares más
baratos, es un poco más cara que en España. Pero la carne y la fruta son
asquerosamente caros. En España pasa totalmente lo contrario, comer fuera de
casa es un sable para la economía familiar y, al menos donde vivo, comprar
carne, frutas y verduras es relativamente barato, y más comparándolo con lo que
cuesta en Corea.
Con esto no quiero decir que a los coreanos
les resulta caro cocinar en casa, no, porque para ellos y su nivel de vida es
barato. Lo caro es querer comer en casa en Corea como un español (y en
restaurante español ya ni te digo). Pongamos un ejemplo… comer macedonia de
frutas en Corea.
Vivo en Valencia y tengo la suerte de que me
den naranjas, y aún si las tuviese que comprar, aquí son baratas. Lo digo
porque un postre que me encanta sobre todo en esta época que hay fresas (o
fresones), es una macedonia de fresas, plátano y zumo de naranja. El otro día
compré 2kg de fresones por 3€, los plátanos a 1,50€/kg y las naranjas sin
coste. En Corea hice el mismo postre sólo un par de días porque una bandeja de
fresas de 250gr costaba 8000 won (5,33€), los plátanos venían a costar lo mismo
que en España, y las naranjas 8000 won/kg. Y eso que no eran naranjas de
Valencia ;). La diferencia de precios es abismal… ¡como para intentar comer las
5 piezas de fruta diarias!
Ahora pongamos el ejemplo al revés; comer
samgyeopsal en España.
El samgyeopsal es una comida en la que el
principal ingrediente es la panceta de cerdo a la parrilla y se come
envolviendo en una hoja de lechuga un poco de arroz, unos trocitos de panceta
mojados en aceite de sésamo, ssamjang y otras verduras a la parrilla como
kimchi, champiñones, ajo, etc.
En Corea compramos panceta de cerdo para comer
samgyeopsal en casa (éramos estudiantes y no nos podíamos permitir comer en
restaurantes a menudo). Tengo grabado a fuego en mi mente el momento “ver
precio” del paquetito de 300gr de panceta en el e-mart cerca de casa. Decir a
su favor que estaba recién cortada en la sección de carnicería y no era de las
que vienen de fábrica en bandeja, al vacío o congelada. 15000 won, o sea 10€
por 300gr de panceta (era 2 veces más de la ración que te sirven en restaurante
por el mismo precio, pero aún es una pasada!). En cambio, en España comemos
samgyeopsal muy a menudo, el precio de la panceta es de 7€/kg. Panceta de cerdo
fresca y recién cortada en la carnicería de barrio.
Con la salvedad de que en Corea podemos
encontrar muchísimas más clases de hojas verdes para envolver el samgyeopsal,
en España sigue siendo muchísimo más barato comer este plato coreano.
Y así, en general, es muchísimo más económico
comer cualquier comida en casa, ya sea coreana o española, en España que en
Corea. Yo lo pasaba muy mal en Corea. Sin malentendidos. ¡Me encanta la comida
coreana! Pero cada cierto tiempo mi cuerpo me pedía desintoxicarme y no había
manera de hacerlo decentemente. En cambio aquí, GukNam aún no deja de
sorprenderse de lo fácil que es poder cocinar sus platos favoritos sin
problemas cada vez que le apetece. Tanto que llevamos prácticamente una dieta
de 50-50, 50 mediterránea 50 coreana. De las dos comidas grandes del día
normalmente suelen ser una coreana y una española. Ésto en Corea era impensable
para nosotros, a no ser que estés montado en el $, y como no tenemos esa suerte
pues…
La única y pequeña pega que le pongo es que
algunos ingredientes (por suerte son muy pocos) son difíciles de encontrar, por
lo que hay que buscar sustitutos, y sobre todo aprender a cocinar, ¡pero
estamos en ello! Y ya hemos perfeccionado un par de recetas que me encantará
compartir por aquí :).
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