Una de las ventajas de tener una familia
multicultural es el poder empaparte de lo mejor de cada una de las culturas,
por lo que hablamos muchísimo de lo mejor y peor de cada una. Uno de los temas
recurrentes en nuestras conversaciones es la apariencia.
Que la apariencia es algo importante en muchos
aspectos de nuestra vida es algo indiscutible, lo podremos tachar de más o
menos hipócrita, pero no lo podemos negar. Juzgar a la gente por su apariencia
ya es algo diferente y de palabras mayores.
En Corea, la apariencia es lo que prima
siempre en su manera de vivir. No sólo la apariencia física, sino todo en su
vida es un constante “quiero y no puedo” o un “puedo mucho más que tú”, lo que
implica una constante presión social desde que son niños. A saber; hay que
estudiar muchísimo para entrar en la mejor universidad para poder encontrar un
buen trabajo, ganar un buen sueldo y así poder casarte con la chica más guapa,
que seguramente lo sea porque se haya hecho la cirugía de arriba a abajo, tener
el mejor coche, vivir en el mejor barrio, o ser la mejor de tu promoción en una
de las mejores universidades de Corea y no conseguir un trabajo a tu altura
porque no cumples con sus cánones de belleza, etc. Sé que es un poco
generalizar, pero realmente la vida de los coreanos no difiere mucho esto.
Hace poco varios amigos muy cercanos de GukNam
han sido papás. Sus mujeres, como viene siendo costumbre desde hace unos años,
han pasado un par de semanas en lo que allí llaman “centros de recuperación
post parto”, que son como unas residencia-hospital en el que las mujeres pasan
allí unas 2 o 3 semanas por el módico precio de unos 2.000€. Creo que aquí en
España a nadie se le ocurriría porque, y no creo que esto lo piense sólo yo,
donde mejor nos sentimos es en casa. Vamos, que no se me ocurre gastarme 2.000€
para estar encerrada entre cuatro paredes cuando podría estar haciendo lo mismo
tranquilamente en mi casa, y sobretodo, después de dar a luz, que es cuando
seguramente más se necesite esa comodidad y calidez que nos da nuestro hogar.
Pues en Corea se hace esto por apariencia. No porque la mujer lo necesite, no.
Se hace porque cuesta mucho dinero y es una señal de que puedes gastarlo. ¿Y
cómo lo se? Porque los amigos de GukNam se han quejado todos de lo mismo. A
ninguno les parecía buena idea, incluso a sus mujeres, pero el no ir a este
sitio suponía una presión social y un estatus que mantener y, por lo tanto,
tenían que hacerlo.
En ese aspecto, GukNam es muy consciente de lo
que ha ganado en tolerancia desde que vive aquí. De hecho, él siempre ha sido
un poco rebelde, aunque le da cierta importancia a la apariencia (le gusta
arreglarse) está totalmente en contra de la cirugía estética gratuita (no por
gratis, sino por común debido a la presión social), algo demasiado arraigado
culturalmente en su país.
Sobre la gran presión social que impone una
buena apariencia y que exige en muchos casos el paso por el bisturí, tenemos
nuestras propias opiniones respecto a un programa que lleva emitiéndose desde
2011 y que toca todos estos temas: Let Me In (Let 美人).
Let Me In es un programa de televisión que se
emite en el canal de pago “Story On”, propiedad del gran conglomerado CJ
Entertainment. El título es un juego de palabras entre el inglés y la lectura
coreana de los carácteres chinos 美 (me /mi/) belleza, y 人 (in) persona. El programa
trata básicamente de hacer un cambio radical mediante cirugía estética a los
candidatos que han pasado previamente un proceso de selección y que son
elegidos por los cirujanos de las diferentes clínicas que participan en el
programa. Estas clínicas realizan las operaciones de forma gratuita a cambio de
publicidad directa.
No se si habréis estado alguna vez en Corea
pero allí la publicidad sobre cirugía estética está totalmente prohibida en la
televisión, en cambio se permite la emisión de este tipo de programas, y
lugares como el metro, o cualquier sitio que permita un cartel, están
infestados de publicidad de este tipo.
Let Me In ha generado mucha controversia desde
que empezó a emitirse. Los que lo critican afirman que degrada la dignidad de
la sociedad coreana hasta el narcisismo y la vanidad y que anima a la gente a
pasar por procedimientos innecesarios y peligrosos. En cambio, los que están a
favor lo ven como una forma de caridad para ayudar a las personas a superar las
barreras estéticas ajenas a su voluntad para lograr una mejor calidad de vida.
La barrera estética supone una carga social
muy fuerte que puede llegar a impedir a una persona tener una vida
completamente normal por lo que entiendo que muchas personas vean la cirugía no
como un capricho por verse más guapos, sino como una necesidad para poder tener
una vida normal, y esto ¿es culpa de este tipo de programas? ¿crea Let Me In
esta necesidad? La respuesta en NO. Es un problema muy arraigado en la sociedad
coreana, y los que están en contra de este programa lo están porque no les
gusta este aspecto de la sociedad, pero el problema no se soluciona con dejar
de emitir el programa, se soluciona cambiando la actitud, y eso es más
complicado, sobretodo en un país donde lo que los otros piensen de ti siempre
importa más que lo que tú pienses de ti mismo.
Os dejo un enlace al programa de Let Me In de esta misma semana,
no lleva subtitulos, pero creo que no se necesitan, y espero vuestras opiniones
al respecto, que siempre son bienvenidas :).
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