Hace unos cuantos años que empecé con mi
primer blog y desde entonces he estado enganchada con alguno, con muchos
altibajos y estancamientos, pero sin abandonarlo definitivamente.
Empecé con Milk
& Cookies. Durante unos meses escribí con mucho entusiasmo pero,
al cabo del tiempo y debido a cambios personales decidí dejar de escribir en
él. Nunca pensé en cerrarlo porque aunque ahora estoy muy lejos de la persona
que empezó ese blog, no quiero olvidar lo que fui y lo que compartí, que al fin
y al cabo era y sigo siendo yo.
Al poco de cerrar Milk and Cookies abrí Wonderful
Creams, un blog sobre cosmética coreana donde podía escribir más
abiertamente sobre los productos que me gustaban. Con el tiempo y la decepción
de un proyecto truncado me cansé de escribir en él, me sentía en la obligación
de escribir y a mi, todo lo que se convierte en obligación y deja de hacerse
por gusto me frena. No descarto actualizarlo alguna vez, pero no lo prometo, a
pesar de que se me han quedado un montón de reseñas por hacer.
Al mismo tiempo que empecé con Wonderful
Creams también lo hice con La
Grenouille aut Château Vert, una especie de embrión de lo que me
gustaría que fuese realmente mi blog personal. Apenas escribí porque no tenía
muy claro cómo hacerlo, como enfocarlo y ni si tan siquiera me representaba.
Hace unas semanas, dándole vueltas a todo
esto, y con las ganas de escribir en mi propio blog todo lo que se me pasa por
la cabeza, se lo comenté a mi querida Coco la
Coquette y ella me
hizo ver la luz. A ella le debo el nombre y todo lo que quiero que sea este
blog <3.
Así que vuelvo a empezar con esto del blog personal, con muchas ganas pero a mi ritmo, sin prisa pero sin pausa...
Así que vuelvo a empezar con esto del blog personal, con muchas ganas pero a mi ritmo, sin prisa pero sin pausa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario